jueves, 7 de julio de 2011

Feliz Día Maestro peruano



¿Quién no recuerda a su primer maestro? ¿A aquél que nos enseñó a leer y escribir, a sumar, a pintar o hasta jugar?
El 6 de julio de cada año, desde 1822 cuando el libertador José de San Martín fundó la primera Escuela Normal de Varones, se ha convertido en una de las fechas más significativas del calendario cívico escolar en el Perú es la celebración del Día del Maestro.
Este homenaje es para aquellas personas que realizan tan digna labor, llevando el conocimiento de generación en generación instruyendo a nuestros hijos desde sus inicios inculcándoles valores que les servirán para ser buenos hijos, buenos padres, buenas personas en la sociedad para desterrar la droga, la delincuencia, la corrupción que tanto daño viene haciendo a la juventud.
En nuestro país, el maestro vive diferentes realidades según en donde cumple su labor, a lo largo y ancho de nuestra extensa y variada geografía y la función que cumplen es prácticamente anónima y no deja de ser sumamente valiosa, ya que tiene la importante misión de sembrar la semilla del conocimiento entre sus discípulos que muy pocos gobiernos reconocen.
Aún cuando deba afrontar las más duras condiciones de tiempo, clima o región, el maestro se entrega completamente a su labor educadora, pues es consciente de que de él depende consolidar el cimiento sobre el que habrán de sostener los futuros ciudadanos de nuestra patria, aquellos hombres de bien que engrandecerán el Perú a través del estudio, del trabajo y los valores inculcados en los años de escolaridad junto a mujeres y hombres dedicados a formar ciudadanos útiles y honestos para hacer una patria grande, inclusiva y solidaria.
¿Qué significa maestro?
Maestro, según el Diccionario de Lengua Española, es pródiga en cualidades semánticas: "Dicho de una persona o de una obra: De mérito relevante entre las de su clase", "Título que en algunas órdenes regulares se da a los religiosos encargados de enseñar, y que otras veces sirve para condecorar a los beneméritos".
Tomando en cuenta estas interrogantes y afirmaciones podemos ver que la labor del maestro no es cosa sencilla. Debe moldear con imaginación, estricto cumplimiento de los objetivos académicos y mucha paciencia a quienes serán el futuro de nuestro país, a quienes se encargarán de fortalecer una nación que se define por la heterogeneidad de su población, por la convivencia de diferentes formas de pensar y de actuar.
Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida. (Pitágoras)

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